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Óscar Husillos, campeón de Europa bajo techo, ya cuenta los días para que se cierre el ranking y cumplir el gran objetivo de la temporada: acudir a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

El pasado mes de marzo te proclamaste campeón de Europa de 400 metros en pista cubierta. ¿Qué sentiste cuando te subiste a lo más alto del podio?  

La verdad es que fue bastante satisfactorio. Después de ese segundo puesto en Glasgow y el año anterior haber perdido el oro en ese mundial, queda demostrado que todo esfuerzo tiene su recompensa. He sufrido mucho para conseguir ese oro y me acuerdo de todo lo mal que lo he pasado para llegar a lo más alto.  

El oro llegó después de una etapa complicada con muchas lesiones. ¿Cuáles han sido tus principales motivaciones durante este tiempo para volver más fuerte? 

Sobre todo, pensar que siempre he salido de los peores momentos. En este caso, uno de los peores momentos de la vida de los deportistas son las lesiones o un momento malo como el que tuve en el Mundial de Birmingham y me supe reponer, salir de ese agujero, y demostrar que nada es imposible. Creo que he tenido la cabeza bastante fría y gracias a la ayuda también de mis familiares, amigos y compañeros de entrenamiento lo hemos hecho posible.  

Todavía no cuentas con la clasificación matemática para Tokio 2020, pero estás bien posicionado en el ranking para lograrlo y aun puedes conseguir la mínima. ¿Cuáles son tus próximos retos antes de la cita olímpica? 

Vengo de hacer mi marca de la temporada en Huelva y de competir en el meeting de Madrid. También tengo el Campeonato de España en Getafe y no se sabe si habrá alguna prueba más antes de partir a Tokio, que, aunque ahora mismo no tengo la mínima, tengo una buena posición por ranking y yo creo que, llegando en forma al Campeonato de España, estaría más o menos clasificado.  

Si logras la clasificación, estarás en tus primeros Juegos Olímpicos. ¿Cómo te lo imaginas? ¿Qué objetivo te marcas? 

Es difícil imaginárselos ahora. La situación que ha provocado el COVID es un poco complicada, la verdad. Y mi imaginación de los Juegos ahora es levantarse, entrenar y volver otra vez a la Villa, juntarte con la gente de tu expedición, de tu entorno, con pruebas PCR cada 48 horas, algo que es clave para que los Juegos sean seguros, y una vez que acabes de competir lo más seguro es que cada uno tenga que marcharse para su casa, que no nos podremos quedar allí más tiempo a disfrutar de Tokio o a asistir a ver competir a nuestros compañeros. Y eso va a ser lo que los deportistas echemos un poco en falta. No vamos a poder disfrutar de unos Juegos de verdad, por decirlo de alguna manera, pero las medallas van a seguir valiendo lo mismo, el título de campeón olímpico va a seguir siendo el mismo. 

Tus mayores éxitos han llegado siempre en pista cubierta. ¿Por qué? ¿Te sientes más cómodo compitiendo en un óvalo más corto? 

Ha coincidido y también me gusta más. Además, es cierto que la pista cubierta no la preparan el 100% de los atletas y el aire libre es lo más importante de una temporada porque siempre están los mejores eventos como los Juegos Olímpicos. Pero el título siempre está ahí. Es innato, se me da bien y me gusta prepararlo, pero es verdad que quiero dar un golpe sobre la mesa y hacer una gran actuación al aire libre.  

Con 15 años eras portero de fútbol, pero finalmente te decantaste por el atletismo. ¿Por qué decides cambiar de deporte?  

Desde pequeño jugaba al futbol con los amigos del pueblo y en el cambio de tercero a cuarto de la ESO decidí ponerme a correr. Había ido a diferentes carreras populares con mi tío que le gustaba correr, yo corría las de categorías inferiores y vi que en esas carreras tenía buenos resultados y se me daba un poco bien. Sin embargo, cuando me metí en la pista me di cuenta de que era otro mundo y de las horas de entrenamiento y sacrificio que tenía que hacer en mi deporte.  

Eres especialista en los 400 metros lisos. ¿Por qué te decantaste por esta modalidad?  

Venía de los 200 metros, con unos cuantos años de buenos resultados, pero siempre mi entrenador Luis Ángel me decía que acabaría despuntando en el 400, que por intentarlo no pasaba nada, pero que tarde o temprano tendríamos que apostar bastante más porque es una prueba bastante dura de entrenar y lo hablamos y en el 2016, preparando el 2017 decidimos afrontar ese cambio y nos salió bien. Desde entonces no hemos bajado el ritmo. Sigo compaginando el 400 con el 200 porque se me da bien para la preparación del 400, pero en campeonatos internacionales siempre el 400. 

¿Cuál es el sueño de Óscar Husillos? 

Ahora mismo, el sueño es que se realicen los Juegos Olímpicos, poder asistir a ellos y hacer un gran papel. Y a nivel extradeportivo que toda esta situación que estamos viviendo se acabe lo antes posible para volver a la normalidad y que todos podamos trabajar sin ningún tipo de problema.  

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