Después de 10 años consecutivos dominando la esfera mundial de la modalidad de Kitesurf Freestyle, Gisela Pulido (Barcelona, 1994), decidió cambiar radicalmente su disciplina de entrenamiento y apostar por el sueño que tenía desde que era una niña: participar en unos Juegos Olímpicos. Gisela nos cuenta cómo ha afrontado estos 4 años de preparación y cuales han sido los valores que ha aprendido en esta campaña olímpica: “lo que más he aprendido estos 4 años haciendo campaña olímpica son los valores de trabajar en equipo, que para mi es algo completamente nuevo al venir de una disciplina individual en la que entrenaba con mi padre y competía yo sola en el agua”.

Ha cambiado las acrobacias por la velocidad, de Kitesurf Freestyle a Formula Kite. Dos disciplinas diferentes de las que nos comenta cómo ha llevado el cambio a lo largo de estos años de entrenamiento: “Sé que esta disciplina no tiene nada que ver con lo que hacía antes y me ha costado bastante adaptarme.” De cara a los Juegos, Gisela prefiere ser realista y no se marca ningún objetivo de resultado. Remarca la diferencia de peso con sus rivales, pero también todo el trabajo que está haciendo para intentar subirse al podio y lograr una medalla “me he centrado mucho en trabajar mis puntos fuertes y la velocidad, que se mejora pesando más, así que trabajando mucho el físico y comiendo bien.” Gisela sabe que será muy difícil, pero asegura que “va a ir al 100%” y a “disfrutar de la experiencia”. 

Se define como “agresiva, competitiva y luchadora”, y es que Gisela Pulido lleva compitiendo y ganando desde que era una niña. Una motivación que comenzó con un pacto con su padre: “La primera vez que fui campeona del mundo fue por un pacto que hice con mi padre, si estaba en el podio estaría en la siguiente competición hasta que a final de año nos dimos cuenta que estaba empatada a puntos con la otra chica y tenía opciones de ser campeona del mundo.” Hoy en día, no obstante, Gisela es toda una ganadora y debe toda su motivación a su espíritu competitivo: “mi objetivo siempre ha sido ser campeona del mundo porque soy muy competitiva y siempre me ha gustado ganar, ser la número 1.”

Es precisamente este hambre de victoria lo que la ha llevado a lo más alto del kitesurf mundial, convirtiéndose en toda una referente para los niños y niñas que sueñan con seguir sus pasos. Para ellos, Gisela les anima a que “sueñen con ello, que es lo más bonito tener esa ilusión y sueños y que, si realmente les apasiona y es lo que les hace felices, que lo intenten al 100%”.

Como muchos deportistas, Gisela se apoya en la música minutos antes de competir “suelo estar 10, 15 minutos concentrándome con algo de música. Me ayuda mucho a entrar en modo competición y a salir muy enchufada. Al final es una disciplina en la que tienes que ir al 100% desde el minuto 1”. Al acabar la competición, sin embargo “me gusta subirme a la bici, hacer 20-25 minutos de rodillo para soltar las piernas y hacer algo de movilidad y estiramientos para estar lista para el día siguiente”. Además, Gisela asegura acostarse pronto, pero no sin antes relajarse con dos de sus aficiones: tocar la guitarra o ver una serie. 

Es toda una profesional y enfoca su día en el entrenamiento desde que se despierta: “Soy bastante metódica con todas las cosas que tengo que hacer y cuando me despierto por la mañana hago un recap de todo lo que tengo que hacer en el día. Obviamente la prioridad siempre es ir al agua y centramos nuestro día respecto al viento”. También resalta la importancia de dedicarse tiempo a ella misma “es clave para estar descansada mentalmente y no sentir que vas corriendo a todos lados”.

Gisela Pulido reúne todo para ser una de nuestras promesas para estos Juegos de París 2024. Todo un animal competitivo con un espíritu ganador que hace soñar con una medalla pese a las adversidades que señala. No hay duda de que los ojos de España estarán puestos sobre el Kitesurf durante el transcurso de la competición.