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La española María de Valdés hizo historia al colgarse la medalla de plata en la prueba de los 10 kilómetros de aguas abiertas del Mundial de Doha, una prueba en la que la otra española, Ángela Martínez, fue decimotercera y también se clasificó para los Juegos de París.

Fue un rotundo éxito de la natación española, que perseguía estas dos plazas, pero que mejoró todas las expectativas posibles con la plata de la malagueña María de Valdés, después de firmar un carrera pletórica.

A la fuengiroleña la batieron en la 'foto finish' y lo hizo van Rouewendaal, una nadadora que es campeona olímpica (Río 2016) y Mundial (Budapest 2022) y que le ganó, seguramente, por experiencia.

La carrera de María de Valdés parecía dibujada. Salió con la idea de estar en cabeza y luchar con las mejores. La duda era sí podía aguantar, pero después de la preparación en altura y de un año difícil, todo salió a la perfección.

Siempre se situó entre las plazas delanteras, con Grimes, van Rowendaaal, la italiana Tadeucci y la brasileña Junglut. Poco a poco se fueron añadiendo más nadadoras, como la portuguesa Mafalda Rosa, la japonesa Ebina, la sudafricana Lotter y especialmente la monegasca Lisa Pou.

Sin noticias de Leonie Beck, la campeona mundial, de Valdés fue a lo suyo. Pasaba las boyas con solvencia, se le veía disfrutar en el agua, controlando la situación y nunca dejando las posiciones delanteras.

Y es que el trabajo realizado dio sus frutos. Se acordó de su padre, de su familia, del equipo técnico, de todo el camino que ha recorrido para llegar hasta aquí, de cuando se quedó por poco fuera de los Juegos de Tokio y de esa operación que la dejó sin participar en el último Mundial.

De Valdés, con su medalla, ha hecho historia. Es la segunda de España en esta disciplina después de la conseguida en Sevilla 2008 por Yurema Requena, entonces fue un bronce.

Después de la carrera se fundió en un abrazo con su compañera, Ángela Martínez, que también se clasificó para los Juegos al finalizar decimotercera.

Para María y para Ángela, poder participar en unos Juegos es "un sueño", de hecho en esta disciplina no hay tantas españolas que lo han conseguido y nunca España ha tenido a dos representantes en esta competición olímpica.

Antes que ellas estuvieron Yurema Requena (Pekín 2008), Erika Villaécija (Londres 2012, Río 2016) y Paula Ruiz en Tokio. Este verano, habrá dos más nadando en las aguas del Sena.

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