La piragüista Maialen Chourraut se ha mostrado enormemente orgullosa de la plata que ha conseguido en el eslalon K1 de Tokio 2020 porque no se esperaba ser la segunda más rápida de todas.

"Yo venía a Tokio con un objetivo y un sueño", ha explicado en la rueda prensa posterior a la final. "El objetivo era ver a una Maialen rápida y fuerte en el agua después un ciclo olímpico duro. Me ha costado mucho estar arriba, he tenido que pelear mucho".

"También venía con un sueño, y ese sueño era la medalla, por supuesto", ha añadido una exultante Maialen. "Una vez que estás aquí tienes la posibilidad de la medalla. Hemos venido a jugar, había que pasar el corte y luego jugar nuestras cartas en la final".

Chourraut ha quedado por detrás de la alemana Ricarda Funk, oro, pero por delante de la australiana Jessica Fox, bronce y de las mejores del mundo. "Son unas competidoras impresionantes. Llevaba años queriendo estar junto a ellas en Mundiales, Copas, pero sé que no soy tan rápida como ellas".

Xabi Etxaniz, su entrenador y marido, le dijo a Maialen que tenía que esperar su momento. "'Llega a la final y juega tus cartas', me decía. Y al final se ha cumplido. Un olé por Xabi, por la visión que tuvo".

Es la tercera medalla olímpica para Maialen Chourraut, tras el bronce de Londres 2012 y el oro de Río de Janeiro 2016.