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Joan Cardona (Mahón, Menorca, 1998) está disfrutando de SailGP a bordo del F50 Victoria. Se encuentra inmerso en este proyecto tras su medalla de bronce en Tokio y es algo que le está ayudando a vivir una transición dulce hacia otra clase. Quiere estar en París 2024 y tiene claro que, después de ver cómo Finn ya no tiene hueco en unos Juegos Olímpicos, el camino para lograrlo es pasándose a Laser. Tiene trabajo por delante porque ha de adaptar su cuerpo, perder 15 kilos, y está ilusionado y con ganas. Llegaría con 26 años a París 2024 y se ve en su mejor momento. AS charla con él en Cádiz y desgrana sus pasos más inmediatos.

¿Qué sensaciones le dejó el debut en Cádiz?

Un tanto agridulces porque empezamos bastante mal. Era un día complicado, si no tenías la mejor salida era difícil moverse bien entre la flota dado que te quitaban todo el viento. En la segunda manga salimos bien y ganamos y en la tercera se hizo un gran esfuerzo y se firmó un quinto puesto. No fue el mejor día, pero aún así estamos contentos y considero que aprendimos muchas cosas para intentar estar en la Gran Final.

¿Cómo es competir en casa?

Es increíble, Cádiz nos está tratando genial. Es emocionante y estamos muy contentos de estar aquí.

¿Se ven con opciones de llegar a la Gran Final?

Sí, estamos a sólo un punto del tercero. Es nuestro objetivo. Estamos en la pelea y haremos todo lo posible para llegar e intentar ganar.

¿Qué sensaciones tiene cuando se sube al F50 Victoria?

El equipo cada vez va mejor, hay muy buen ambiente. Estamos muy motivados para seguir y hacerlo bien.

Ya tiene claro que se va a pasar a Laser ahora que Finn ha dejado de ser olímpica. ¿SailGP le ayuda a que la transición sea más dulce?

La idea es compaginarlo porque creo que esto me ayuda mucho como persona y regatista. Estar en un equipo grande me ayuda a ser más metódico de cara a la clase olímpica. Mi objetivo personal es estar en Paris 2024 y sacar otra medalla para España.

¿Por qué Laser?

Es un ciclo corto, una clase en la que ya navegué cuatro años antes de pasarme a Finn y creo que es la que mejor se me adapta a mí. Me gusta llevar el timón y navegar solo, así que ahora es la única opción que tengo.

¿Qué esfuerzo ha de hacer para adaptarse a Laser?

Tenía que bajar 15 kilos y ya sólo me quedan ocho. Lo lograré. Me puse a tope con la bici por Mallorca, que me encanta y es un paraíso, y me ayuda a ponerme en forma y a bajar peso.

¿También sigue una dieta?

Nuestro nutricionista, que también es el preparador físico, nos ha dado unas pautas de qué comer y qué no. Trato de comer hidratos, aunque sean pocos para tener energía en los entrenamientos, proteína y mucha verdura.

¿Tiene algún alimento prohibido?

Si hago un entrenamiento de cinco o seis horas en la bici algún capricho me doy. Pero pizza para cenar intento evitarla y es lo que más me cuesta. También quizás el dulce.

¿Cuándo va a empezar a prepararse para la carrera olímpica?

El próximo lunes ya me voy a Santander para entrenar con Joel Rodríguez, que vamos a hacer equipo para este ciclo. Tengo muchas ganas de empezar a entrenar con él, que además es uno de mis mejores amigos. Queremos levantar el nivel de Laser en España, que siempre nos ha costado en esta clase, e ir a por todas en los Juegos Olímpicos.

¿Cómo se ha tomado Joel Rodríguez que usted se pase a Laser?

Muy bien, es una persona increíble y muy competitiva. No está contento con sus resultados en Tokio y ahora, si entre los dos, logramos subir el nivel de la clase será bueno para España. Después a los Juegos ya se verá quién va, pero si se cumple el objetivo de mejorar el nivel estaremos contentos. Tenemos muchas ganas de trabajar juntos

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