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España acabó los Juegos de Tokio 2020 con 17 medallas, cifra similar a lo que viene sucediendo desde Barcelona 92. ¿Se mantiene o se estanca? No tardaron en salir las comparaciones con Italia y sus 40 podios, y los halagos a un modelo que se basa en que los deportistas son bomberos, policías o militares. ¿Es justa la comparación? ¿Tiene España un modelo? ¿Hacia dónde va? Alejandro Blanco (Orense, 71 años), presidente del Comité Olímpico Español, atendió a La Razón, donde habló de esto y explicó que el deporte es mucho más importante para la sociedad que el resultado del fin de semana.

¿Tiene España un modelo?

Tenemos el modelo que arrastramos históricamente, en donde el Gobierno es el responsable de legislar, de dar el dinero a las Federaciones, de la política deportiva y luego del control financiero de la gestión federativa. ¿Cuál es el gran debate? En los países desarrollados la política deportiva la lleva el Comité Olímpico del país por una razón sencilla y es que normalmente hay menos cambios en el movimiento deportivo que en el político. Al haber cambio de partido político hay cambio de filosofía y de la manera de entender el deporte, y entonces no puedes seguir una línea correcta para obtener grandes resultados. Cuando la gente habla del modelo italiano, el CONI (Comité Olímpico Italiano) tiene todas las funciones que aquí ejerce el Gobierno, y hay otra cosa importante que es la financiación.

Parecía molesto con la comparación de las 17 medallas de España por las 40 de Italia.

Es que es injusto comparar dos países cuando no se ponen todos los datos encima de la mesa. El dinero para las federaciones italianas en un año es más del doble de lo que aquí reciben las federaciones en cuatro. Yo digo que los resultados del deporte español son un milagro, entendiendo bien la palabra milagro, como un acontecimiento excepcional; y que en el cociente resultados-inversión, España es el primer país del mundo, y así nos lo han reconocido en el ciclo anterior. ¿En qué creo que en España somos los mejores? Tenemos unos deportistas y unos técnicos extraordinarios, pero además una estructura de clubes privados que no tiene ningún país y que tienen un papel decisivo, la mayor parte de ellos sin apoyo, para que su deporte alcance no sólo el máximo nivel, también el trabajo que hacen para el desarrollo social del deporte. Y luego en España hay gente, empresas, entidades, que están ayudando a los deportistas, empezando por las familias, y eso hace que al final el deportista aunque no esté en igualdad de condiciones con otros países, pueda hacer una preparación correcta.

Pero el dinero de las familias, al final, tiene un límite...

Al final y al principio. Hay algunos que pueden y otros no. Aquí ha habido recortes que han llegado a ser hasta casi el 70 por ciento, y han aparecido iniciativas privadas que están ayudando a muchos deportistas: el programa Podium, el de la UCAM, el de la Fundación Trinidad Alfonso, el que hay en Andalucía y en varias Comunidades, incluso la ayuda que da LaLiga, que permiten que los deportistas completen su preparación. Lo más importante ahora es decir: «Hemos llegado hasta aquí, y bendita la hora, porque más allá de las medallas España es un país admirado por el deporte en todo el mundo, es nuestra gran señal de representación; pero, ¿a dónde queremos ir los próximos 30 años?».

A dónde, y cómo hacerlo...

Si sólo pensamos en mantener esto, dar un dinero y que salgan los resultados que salgan, vale. Pero yo creo que no. La fuerza que tiene el deporte en España, en la sociedad, lo que significa como integración, cohesión social, igualdad, difusión de valores, investigación, innovación, puestos de trabajo, generar recursos, salud, cultura, educación... Si pensamos en todo eso, démosle al deporte el espacio que tiene que cubrir y dotémosle de medios. Si sólo nos queremos quedar con el resultado del fin de semana, vale. Pero yo creo que el deporte es mucho más y España se tiene que hacer ese planteamiento. La sociedad demanda deporte, y sólo tenemos que ver las audiencias o cómo sale la gente a la calle cuando hay un gran éxito. El deporte español es lo que nadie discute, nuestros deportistas son los agentes representativos de lo que la sociedad quiere.

ERES, crisis tras la pandemia... ¿Cómo se convence a los ciudadanos de que hay que invertir en hacer, por ejemplo, un rocódromo a Alberto Ginés y no gastar el dinero en otra cosa?

En el montante global del presupuesto que maneja un Gobierno, el que vaya una determinada cantidad más a deporte no varía lo que tú le asignas a otros ministerios. Si el deporte lo enfocas como una competición, la gente puede pensar: «No». Pero si lo focalizas como un medio para tener salud, para mejorar la educación, la igualdad, la integración, como que España sea un país con gente puntera en investigación, un foco para crear puestos de trabajo y empresas... Nadie lo va a discutir, estamos hablando de muchas más cosas que darle una patada a un balón. Y luego hay un dato importantísimo: según los últimos estudios, 26 millones de españoles practican deporte. España es un país deportivo en el que el deporte de alto nivel tiene que ser el gran canalizador del modelo de sociedad que queremos para el futuro. A los Juegos han ido 328, federados tenemos tres millones ochocientos mil, lo practican 26 millones... ¿Qué política podemos hacer que afecte a un colectivo mayor? Por eso hay que definir el modelo. Hace unos años, antes de Barcelona [Juegos del 92], al correr por la calle la gente te decía «¿dónde vas, loco?», «¿tienes prisa?», pero hoy en cualquier parte hay gente corriendo, niños, de mediana edad, adultos... Hagamos política deportiva, pero de verdad; definamos un modelo y trabajemos todos en esa dirección.

Al Plan ADO, ¿hay que darle una vuelta?

El plan ADO es uno de los grandes ejes de los éxitos del deporte español. Hoy en los Juegos nadie puede ni soñar con medalla si no tiene una tranquilidad para poder entrenar. Es la mezcla público-privada, que es como debe de ser, porque en ese modelo futuro del deporte es imposible que el Gobierno lo sujete sólo con dinero público. Necesitamos una colaboración de empresas privadas que apoyen al deporte, a cambio de un tratamiento especial. ¿Qué ha pasado? En los últimos ciclos ha habido un descenso del número de empresas y de las cantidades que se aportaban. ¿Significa que las empresas no apoyan al deporte? No. Significa que tenemos que adaptar las condiciones para que lo apoyen. Al principio eran espacios publicitarios en televisión, luego eso no les interesaba; después se pasó a los acontecimientos de excepcional interés... La filosofía de ADO está más vigente que nunca, pero tenemos que hacer que el retorno se adapte a lo que las empresas demandan en este momento.

¿Se cuida la base del deporte español y se piensa en el futuro de gente que acaba su carrera entre los 30 y los 40 años?

Poniendo el modelo Podium [programa impulsado por Telefónica y el COE para chicos menores de 23], el 50 por ciento es para actividades deportivas y el otro 50 para completar su formación académica. Nosotros nos preocupamos por las personas, es lo que hacemos con la UCAM y con la Fundación Trinidad Alfonso. Hay que preparar al deportista para el futuro. Eso es una parte muy importante de lo que yo digo de definir el modelo. Aquí hay empresas que están colaborando con el deporte enormemente sin pedir nada a cambio. Del programa Podium han ido 53 o 54 a los Juegos, del de la UCAM, 65... Pero hay que regularlo, y no que si una empresa o una persona está ayudando no tenga ninguna consideración. Ese apoyo que le da al deporte es también para la sociedad. A través del deporte mejora la sociedad.

¿Las Federaciones viven sólo de ese dinero público, o también de patrocinios, etc?

Unas tienen muchos recursos propios y otras menos. Aquí tenemos Federaciones de un primer nivel mundial y otras que tienen que invertir más en el desarrollo y en la base para buscar el talento y los resultados a largo plazo. No todas las Federaciones están en las mismas condiciones, y dentro de ese modelo que digo yo es una de las cosas que hay que estudiar. Vamos a ver: su Federación, ¿qué nivel absoluto tiene? Dentro del ránking Mundial, ¿cómo están sus deportistas? Si es alto hay que mantenerlo, otras que están más abajo lo que hay que hacer es promocionarla para que aumente el nivel y suba.

¿Debe Madrid intentar organizar unos Juegos? ¿Sería un incentivo para este modelo?

Por la calidad de España, de los deportistas, por el nivel organizativo y por la pasión de la gente, Madrid tiene que optar a la organización de unos Juegos, pero para eso debe volver a convertirse en ciudad referente en la organización de eventos deportivos del mundo. A través de esas competiciones y sus grandes deportistas, se ayuda a transmitir valores, al igual que antes hablamos de considerar el deporte como algo que afecta a todos los ciudadanos porque es salud, investigación... El deporte español es el mayor factor de integración y de cohesión social, que nos permite construir una sociedad mejor, y ese es el gran objetivo del modelo. A partir de volver a ser referente en organizar eventos, hablar con el COI, que dice que hay que adaptar los Juegos a las ciudades, no al revés, y Madrid es la ciudad mejor posicionada del mundo. Entonces, de la mano del COI ver cuándo se pueden organizar. No hay fecha definitiva, hay que tomarse las cosas con tranquilidad, pero el sueño debe seguir.

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