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De la piscina del colegio Gredos San Diego de Moratalaz a la de la Universidad de Virginia Tech (Estados Unidos). Nico García, finalista en los 200 espalda en los Juegos de Tokio, decide darle un giro a su carrera deportiva y académica y a partir de enero empezará el curso en la costa atlántica. Un camino que recorren numerosos jóvenes nadadores, una oportunidad de obtener una trayectoria en Estados Unidos y poder compaginarla con la natación gracias a una beca. Hugo González, también finalista en Tokio 2020, afincado en Rivas (Madrid), emprendió en 2017 el mismo camino para entrenarse con Sergi López, medallista en Seúl 1988 y prestigioso entrenador universitario.

"Era su idea desde hace tiempo. Para él es una gran ocasión académica, pero le será difícil mejorar todo lo que cosechó aquí en los últimos años", comentó su técnico desde hace cuatro temporadas, Pedro Simón. El nadador se someterá a un plan de entrenamiento común en Estados Unidos y en su regreso a España, López y Simón se reunirán cada semana para seguir sus evoluciones. El espaldista tiene un 2022 cargado, con tres competiciones de piscina corta este otoño (a la espera de saber si podrá competir en todas ellas), y un Mundial y Europeo de piscina olímpica el siguiente, por lo que García deberá compaginar esta preparación para seguir mejorando.

Un diamante

"Esta final me da mucha confianza para París 2024", comentó Nico García después de quedar "impresionado" en los Juegos de Tokio, donde peleó a sus 19 años con colosos de la distancia. Lo primero que llamaba la atención en aquella zona mixta era la diferencia muscular entre el español y los gigantes rusos o americanos, uno de los trabajos que debe mejorar el espaldista junto a los subacuáticos en Estados Unidos. "Le da miedo aguantar bajo el agua la respiración, no confía en el sumergido. En espalda todos intentan apurar hasta los 15 metros. En el caso de Nico solo lo logra los primeros 10 metros. Hay que insistir en eso", dijo Simón, quien añadió que "tiene una de las mejores brazadas del mundo".

En Virginia, Nico se entrenará de lunes a sábado de 05:45 a 09:30 aproximadamente, y habrá tres jornadas en las que también trabajará por la tarde, principalmente haciendo trabajo de gimnasio. El nadador competirá en el campeonato universitario e intentará ser un atleta más completo para los Juegos de París, en los que, con la experiencia olímpica de Tokio, está llamado a ser uno de los candidatos a nadar la final.... Y quizás a algo más.

FUENTE: AS

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