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Las regatistas Támara Echegoyen y Paula Barceló, Campeonas del Mundo en vela en la modalidad de 49erFX, se sientan con el presidente, Alejandro Blanco, para hablar de sus inicios, de cómo se formó la pareja y de las subidas y bajadas en el deporte.

Támara, campeona olímpica en Londres 2012, comenzó desde muy pequeña en el mundo de la navegación. “Esa niña de 5 años que empezó a navegar en un barco, desde primer día que se montó, jamás pudo separarse de él”. En el caso de Paula, nos encontramos con una familia más vinculada a la vela que la de Támara. Sus padres compitieron profesionalmente en vela, viven a 5 minutos del club y creció con la figura de hermano mayor navegando.

Tras el Oro olímpico conseguido por Támara en Londres 2012 en la clase Elliott 6m junto a sus compañeras Sofía Toro y Ángela Pumariega, desapareció esta categoría en los Juegos. “Fue un shock. Te estás preparando, consigues un nivel que te permite ser competitiva y de repente, desaparece”.

Entre las opciones, Támara decidió reinventarse y ahí es donde aparece Paula. Tras compartir entrenamientos con varias regatistas, Paula fue la elegida para formar pareja con Támara: “Para mí, aparte de la faceta técnica, me resulta muy importante la parte psicológica”.

“No sabe lo que le viene”. Esta es la respuesta de Paula cuando el presidente le pregunta por sus primeros pensamientos al saber que iba a compartir pareja con Támara, a quien tenía como referente: “De repente, estar navegando con ella era imponente”.

Sin embargo, esta pareja funcionó desde un primer instante y, en menos de dos años, fueron Campeonas del Mundo en 2022. Además, no era un Mundial cualquiera para ellas, sino que “fue un mundial que se ganó después de habernos retirado de uno dos meses antes”, comentaba Támara, que además añadía que “muchas veces la gente no es capaz de ver como un deportista se levanta y se reestructura después de su peor resultado”.

Tras el Mundial llegó Tokio 2020, unos Juegos Olímpicos marcados por la pandemia, que condicionó la preparación. Aun consiguiendo un diploma como resultado de esos Juegos, el cuarto puesto les supo a derrota: "El deporte es duro y somos suficientemente valientes para aceptar que ganas y que pierdes, pero también hay que ser valientes para aceptar que cuando pierdes, duele”, reconoce Támara.

Tras los Juegos de Tokio, Paula pensaba en dedicarse a tiempo completo a Medicina, donde se encuentra en el quinto curso: “Me gustaría hacer traumatología o vincular la medicina con el deporte, ya sea la vela o no. En eso. Al igual que Paula, Támara se visualiza vinculada a la vela, aunque reconoce: “llevo muchos años y estoy viendo el final”

Con respecto a París 2024, Támara utiliza el concepto de “valentía” para afrontar el reto y luchar por una medalla, y afirma que su principal objetivo es estar en los Juegos Olímpicos.

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